jueves, 29 de mayo de 2008
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- Juan Almeida
- PROCLAMA: Para aprender hay que ser humilde. Se es sabio cuando con docilidad y gallardía se reconocen las equivocaciones y se aceptan las enmiendas o correcciones. Entiendo que hay más gozo dando que recibiendo. Todo ser humano debe ser comprensivo, condescendiente y cooperador con el prójimo, tal como nos lo enseñaron nuestros padres; debe saber que “somos los demás de los demás”. Debemos diferenciar entre educación (se obtiene en el hogar) e instrucción (se obtiene en las academias). Lamentablemente, no necesariamente quien es instruido es educado, y viceversa. Pero es una bendición del Altísimo poseer ambas cualidades.